24 de diciembre de 2013

una vez en el mar

flotatoria

¿a qué suena lo sublime?
¿a bach? ¿a pachelbel? ¿a beethoven?
¿o a olas solamente?

sí se sabe que lo sublime no es
digno del silencio
de un precipicio sin nubes
de un lago cubierto de cenizas
del mar en calma con su boca ancha llena de silencio
que no nos llame
que no conozca nuestro nombre

una felicidad debe por lo menos igualarse
(no puede solamente parecerse)
a una extensa madre que diga “nombre”

en el instante ese de la felicidad

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